sábado, 23 de marzo de 2013

LOS ORÍGENES LECCIÓN 12 – LA CREACIÓN Y EL EVANGELIO

        


V M – “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”. (1 Cor. 15:22).


 



  1. I.   INTRODUCCIÓN

    1. En esta lección veremos que aunque el enemigo hizo todo lo que pudo para destruir la obra maravillosa de la creación, Dios no permaneció de brazos cruzados delante de la decisión equivocada del ser humano, sino que vino a este mundo en la persona maravillosa de Jesús para recrear la obra distorsionada de la creación.

    2. Tan pronto apareció el pecado, apareció también la promesa de la salvación.  Dios le dijo a la serpiente lo que está  en Gén. 3:15. Veamos:




 



  1. II.     LA GRACIA EN EL EDÉN

    1. Gen 3:15 – “Y pondré enemistad entre ti (serpiente = diablo) y la mujer (iglesia), y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el  calcañar”.

      1. La serpiente es el diablo; la mujer simboliza a la iglesia. De la iglesia saldría un día el Mesías (la simiente de la iglesia). El enemigo lo heriría al crucificarlo en el Calvario, pero esta herida sería en el calcañar. Cristo heriría al enemigo en la cabeza contundentemente. Por eso al morir en la Cruz del Calvario Jesús dijo: “Consumado es”.

      2. ¿Qué era lo que estaba consumado? El trabajo de restauración, de recreación, de salvación. La promesa de la salvación no se quedó solo en la teoría de la promesa, sino que trascendió a la práctica.

        1.  Gén. 3:21 – “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió”.



      3. Para esto un cordero tuvo que ser sacrificado. Su sangre fue derramada simbolizando la sangre de Jesús, el Cordero de Dios que un día moriría en la Cruz del Calvario. Con la piel de aquel cordero Dios preparó túnicas para cubrir la desnudez de la primera pareja. Hasta ese momento  Adán y Eva se cubrían con hojas de higuera. Las hojas de higuera simbolizan la justificación mediante las obras humanas. Las hojas de higuera nada duran, nada cubren, nada resuelven, solo nos dejan más expuestos a la vergüenza.

      4. Las túnicas de piel son un símbolo de la justificación por la fe. Esto es, la obra de Dios que echa por tierra la gloria del hombre y hace por el hombre lo que él no puede hacer por sí mismo. Aquí podemos ver el evangelio en acción, el evangelio escrito con sangre. A partir de ese día un cordero sería sacrificado cada día hasta que un día cuando el verdadero Cordero de Dios sería sacrificado en la Cruz del Calvario. Desde el Edén la gracia de Dios ha estado disponible para el pecador. Recordemos que donde abundó el pecado sobreabundó la gracia.






 



  1. III.      EL PECADO Y LA MUERTE

    1.  Aquí hablaremos de la muerte como consecuencia del pecado. Hay dos tipos de muerte: la muerte física y la muerte espiritual.

    2.  Gén. 3:19 – “Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo  volverás”.

      1. Aquí se habla de la muerte física. Al crear al hombre Dios unió el barro con el soplo de vida. Por lo tanto, es lógico que al morir el  soplo de vida regrese a Dios que lo dio y el barro vuelva a la tierra. Esto es precisamente lo que sucede cuando alguien muere.

      2.   Hoy día el proceso de descomposición del cuerpo humano se acelera cuando lo incineran y lo convierten en polvo inmediatamente.





  2. Dios le dijo a la primera pareja que si comían del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal ciertamente morirían. Ellos comieron. ¿Murieron o no murieron? Si murieron, ¿cómo es posible que Adán y Eva tuvieran hijos? Por supuesto que no murieron físicamente inmediatamente luego de pecar. Adán vivió 930 años.

  3. Si no murieron inmediatamente luego de pecar, entonces ¿mintió Dios? Por supuesto que NO. Lo que sucede es que desde el momento de la desobediencia nuestros primeros padres se alejaron de Dios, y si Dios es vida entonces ellos se alejaron de la vida. Todo lo que ellos viviesen separados de Dios sería a penas sobrevivir. Sería como transitar por un camino de condenación hacia la muerte final.

  4. Aquí hay una verdad implícita: El ser humano sin Cristo, aunque no lo sepa, está muerto. Podrá respirar, moverse, comer, trabajar,  etc. pero esto no es vida, es solo sobrevivir. La vida solo es vida plena cuando la persona vive en comunión con la persona vida que es Dios.  Por eso Dios dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida…”. Además, el Señor Jesús añadió: “El que tiene al Hijo tiene la vida, el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida”.

  5. Isa.59:2 – “Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”.

    1. Nunca debemos olvidar que cualquier vida que vivamos lejos de Dios no es vida; es simplemente una imitación. Nuestra única solución es regresar a Dios, quien es la persona vida.

    2. El pecado hizo que perdiéramos ese placer y privilegio de estar en la presencia de Dios. Lo único que el corazón desea es alejarse lo más posible de Dios y tratar de ser feliz a su manera. Con esta actitud acaba sufriendo más y haciendo sufrir a las personas que lo  aman. Por ese es que Dios toma la iniciativa para salvar al pecador.




 


 


 



  1. IV.      CUANDO AUN ÉRAMOS PECADORES

    1. La iniciativa de la salvación es divina, no humana. El ser humano no se salva porque quiere salvarse, sino porque Dios lo busca incansablemente porque desea salvarlo.

    2. Cuando la primera pareja pecó tuvieron miedo y se escondieron, pero Dios salió a buscarlos.

    3. Rom. 5:6 al 8 – “Porque Cristo, cuando aun éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros”. 

      1. Esto es algo admirable e incomprensible a la vez. La actitud salvadora de Dios no fue una respuesta al arrepentimiento del ser humano. Adán y Eva ni siquiera tenían consciencia completa de lo que habían hecho. Estaban con miedo, con vergüenza, pero no estaban arrepentidos y sin embargo, Dios vino a buscarlos.

      2. Pablo dice que el amor de Dios se muestra para con nosotros en que siendo aun pecadores Cristo murió por nosotros. Esto es fruto de la misericordia infinita de un Dios de amor.

      3. El texto empieza diciendo que Cristo, cuando aun éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.  Pablo nos dice que  estábamos débiles, acabados, sin fuerza, indefensos. Nada podíamos hacer para salvarnos a nosotros mismos. Necesitábamos un salvador poderoso el cual vino a su tiempo.

      4. Pablo nos describe como impíos o pecadores. Cristo murió por los impíos y amó a los rebeldes. Nos amó aunque nada bueno había en nosotros.

      5. Los impíos son los que no tienen temor de Dios. No tienen respeto a Dios. No reverencian a Dios. Cristo murió por este tipo de gente. ¿Cómo muestra Dios su amor por los impíos? ¿A dónde debemos mirar para ver el amor de Dios?

      6. Mucha gente acusa a Dios de no tener amor. La gente se pregunta ¿cómo un Dios de amor puede permitir que millones de personas mueran de hambre? ¿Cómo un Dios de amor puede permitir que un terremoto termine con miles de vidas?  Para ver el amor de Dios tenemos que mirar al lugar correcto. ¿Cuál es ese lugar?   






 



  1. V.       EL SUSTITUTO PORTADOR DEL PECADO

    1. La más grande demostración del amor de Dios tuvo lugar en la Cruz del Calvario.  Para entender esto debemos hablar de lo que sucedió en ese lugar.  

    2. Gál. 3:13 – “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero)”.    

      1. Fue en la Cruz del Calvario que Jesús ocupó nuestro lugar y derramó su sangre para redimirnos del pecado. Nunca minimicemos la importancia y el valor de la sangre de Cristo.

      2. Heb. 9:22 – “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión”.

        1. Nuestra redención demandaba que se pagara un precio y ese precio era la sangre preciosa de Jesús.

        2. Adán nos metió en problemas. El pecado entró al mundo por causa de Adán y siempre que aparece el pecado trae consigo la muerte. El pecado y la muerte son una pareja inseparables. El pecado da a luz la muerte y la muerte pasó a todos los hombres.

        3. ¿Por qué toda la humanidad fue infectada con esta terrible enfermedad del pecado y la muerte?  ¿Por qué no se culpó solo a Adán? ¿Por qué la muerte tuvo que pasar a toda la humanidad? Simplemente porque todos pecamos.

        4. ¿Cuándo fue que todos pecamos? Cuando Adán pecó. Pero, yo no estaba allí cuando eso sucedió. Si creemos en la Biblia estaremos de acuerdo en que Adán es el padre de todos nosotros. Todos procedemos de Adán. Cuando Adán pecó, en cierto sentido cada uno de nosotros estábamos allí con él. Adán actuó como nuestro representante. Podemos objetar que Adán sea nuestro representante, pero si rechazamos esa representación rechazamos también la representación de Cristo.

        5. No fue solamente Adán quien actuó en nuestro lugar, sino que Cristo también actuó en nuestro lugar. Adán nos metió en el problema, pero Cristo nos saca del problema. Si decimos que no es justo que Adán nos representara ya que ni siquiera estábamos en el Edén, ¿cuán justo es que Cristo nos represente? ¿Era justo que un inocente fuera juzgado por los pecados que nosotros cometimos? ¿Era justo que el juicio y la ira de un Dios santo cayeran sobre Cristo en vez de caer sobre nosotros?

        6. Lo que hizo Adán fue la peor cosa que pudo sucedernos, pero lo que hizo Cristo es lo mejor que nos ha sucedido. Entender este principio hará que la Biblia cobre vida para nosotros.

        7. En la caída de Adán todos pecamos, pero en la victoria de Cristo todos somos victoriosos.   








 



  1. VI.   UNA NUEVA CREACIÓN

    1. Todo el sacrificio de Cristo tuvo un solo propósito: salvar al hombre y restaurar en él la imagen perdida de Dios.



  2. El trabajo de restauración también involucra la promesa de una nueva creación, un nuevo cielo, una nueva tierra donde ya no existirá más el dolor, el sufrimiento, la tristeza, la enfermedad, etc.

  3. El pecado no se levantará por segunda vez. Finalmente el pecado terminará y dará comienzo un mundo nuevo.

  4. Dios no solamente creó el mundo, también es su proveedor y sustentador. El se ocupa en cuidarlo. El pecado entró y destruyó, pero Dios no se quedó de brazos cruzados, vino a salvar y a restaurar la obra de la creación. Nada puede hacer en nuestro favor si no se lo permitimos. Por lo tanto, abrámosle nuestro corazón, entreguémosle nuestra vida y digámosle que aceptamos su poder restaurador.  


 


DEMOS GRACIAS A NUESTRO DIOS PORQUE PERMITIÓ QUE JESÚS FUERA NUESTRO SUSTITUTO, MURIERA EN LA CRUZ DEL CALVARIO Y PAGARA LA DEUDA DE NUESTROS PECADOS PARA SALVARNOS.


Preparado por Marcos Bandas Acosta, Maestro Clase 17 (Balcón) – sábado 23 de marzo de 2013.

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