sábado, 9 de marzo de 2013

LOS ORÍGENES LA MAYORDOMÍA Y EL MEDIOAMBIENTE

V M – “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla (dominar, gobernar), y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gén. 1:28).


 



  1. I.         INTRODUCCIÓN

    1. 1.  La iglesia Adventista es el remanente anunciado por Dios en Apocalipsis 14: 6 y 7.

      1. Apoc. 14: 6 y 7 – “Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenia el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado, y adorar a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

        1. a.  En este texto Juan menciona tres cosas importantes: la llegada de la hora del juicio, la adoración al verdadero Dios y el tema de la creación.








b. Este es parte del último mensaje al mundo. Tenemos que hacerle saber a la humanidad que Dios es el Creador y que no hay otro. Parte de este reconocimiento no es solo adorarle, sino también cuidar la naturaleza que él creó. ¿Por qué? Porque así fue desde el principio. Al terminar de crear al ser humano Dios le confió la responsabilidad de cuidar el medioambiente.



  1. II.        EL DOMINIO DADO EN LA CREACIÓN


1.  Gen. 1:26 - “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra”.



  1. Señorear significa: dominar o mandar como si fuera el dueño de alguna cosa. Algunas versiones de la Biblia usa la palabra potestad que significa poder. Poder es sinónimo de señorear. Dios le dio a Adán potestad. Dios tiene potestad sobre los cielos y sobre la tierra en el sentido de ser el protector y sustentador, el que cuida, el que vigila.


2.  En el Salmo 8:3 al 8 – David nos habla del dominio que Dios le dio al hombre sobre todos los animales.  (Leerlo).



  1. Cuando Dios le dio al ser humano potestad sobre los animales le estaba confiando la responsabilidad de cuidarlos, no de explotarlos ni destruirlos sin escrúpulos. Después de la entrada del pecado el ser humano dejó de ver a la naturaleza como un don precioso que Dios le había confiado y pasó a explotarla sin piedad.

  2. Hoy día el ser humano no domina con responsabilidad, sino con violencia y egoísmo. Es un dominio peligroso que le trae consecuencias tristes.

  3. c.  La naturaleza perdió significado para el hombre moderno quién llegó a considerarla como algo que hay que usarla y desecharla (Eje. Haití - deforestación). La triste consecuencia es que la naturaleza maltratada se está volviendo cruel con aquel que debería ser su protector y como resultado quien sufre es la propia humanidad. Eje. Tormentas, temblores de tierra, inundaciones, fuegos, tsunamis.

  4. III.      CUIDAR DE LAS DEMÁS CRIATURAS

    1. Sal. 50:10 y 11 - “Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a todas las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece”.

      1.  ¡Qué declaración contundente es esta que Dios hace aquí! Todo le pertenece a Dios; los animales del bosque, las aves de los cielos, los peces de las aguas.

      2.  Si Dios es el creador de todo, es también el protector y sustentador. No obstante,  colocó en la tierra al ser humano para que fuera el mayordomo de su creación. Dios nos nombra su administrador. Nada es nuestro, pero él nos lo da para disfrutarlo, pero al mismo tiempo para protegerlo y cuidarlo.



    2. Apoc. 4:11- “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.

      1. Este es el reconocimiento final de la soberanía divina. Esta declaración es hecha por todos los habitantes del universo. Solo cuidará la naturaleza de manera natural quien cree que Dios es el Creador. La protección del medioambiente es algo natural en el corazón de la persona transformada por Cristo, porque es una actitud de respeto hacia el Dios soberano que lo creó todo. Si sacamos a Dios de nuestras vidas, inútil será cualquier esfuerzo para conservar el medioambiente. Solo Dios es capaz de llevar al ser humano a vivir sin agredir a la naturaleza.






3.  ¿Por qué debemos cuidar nuestro medioambiente?


a. ¿Porque corremos el peligro de no dejar nada para nuestros nietos?  ¿Porque la naturaleza es Dios?  ¿Porque Dios cuida todo y no pide que cuidemos lo que él creó? Estas son preguntas que debemos considerar. Hay gente que cuida la naturaleza porque piensan que la naturaleza es Dios. Así piensan los panteístas.


4.  Nuestro motivo para cuidar la naturaleza tiene que ser nuestro amor por Dios, nuestro respeto por Dios, nuestro respeto por todas las cosas que Dios creó.


5.  Existe el peligro de pensar que el ser humano y los animales tienen los mismos derechos. Si veo a un niño muriendo de hambre y a un animal y solo tengo una  porción de alimento, ¿A quién debo alimentar? Naturalmente al ser humano.


6.  Dios es un Dios de equilibrio. Creó a los animales para estar al servicio del ser humano, pero al mismo tiempo para ser protegidos por éstos. Dios permitió comer algunos de los animales que él creó. Ver lista en Lev. 11 y Deut. 14.



  1. IV.      EL SÁBADO Y EL MEDIOAMBIENTE

    1. El sábado es el monumento de la creación y de nuestra redención. Éxodo 20:8 al 11 - “Acuérdate del sábado para santificarlo…    Leerlo. En Deut. 5:15 habla de nuestra redención.

    2. Dios une el mandamiento del sábado al tema de la creación. ¿Quién es el que nos dice que necesitamos dejar de trabajar en sábado y volver nuestros ojos al Creador? Naturalmente es Dios ¿Por qué lo hace? Para que no nos olvidemos que él es el Creador. Además, para que cuidemos la obra de la creación. Acuérdate dice Dios, o sea no te olvides. Si no guardamos el sábado corremos el peligro de olvidarnos que Dios es el Creador y como resultado poco nos importará la naturaleza.

    3. La observancia verdadera del sábado coloca dos condiciones en nuestro corazón:

      1.  La primera es la condición de pertenencia. No somos una burbuja de jabón llevada por el aire y que desaparece para siempre. Somos hijos de Dios.

      2.  La segunda condición es la responsabilidad de ser creados. Fuimos creados superiores a todo lo creado. David nos dice que “Fuimos hecho poco menor que los ángeles”. Por lo tanto, estemos conscientes de nuestra responsabilidad de hermano mayor, de ser inteligentes y cuidemos de las criaturas inferiores a nosotros.

      3. V.       MAYORDOMOS DE NUESTRA SALUD

        1. 1 Cor. 6:19, 20 – ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestro? Porque habéis sido comprado por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

        2. En la creación Dios estableció los ocho recursos naturales para gozar de una buena salud.

        3. Al salir de las manos del Creador, Adán y Eva no sabían lo que eran las enfermedades. No conocían el dolor, ni la muerte porque estas cosas son fruto de la entrada del pecado. Como consecuencia también son fruto de la negligencia humana en utilizar los ochos remedios naturales que viene desde el Jardín del Edén. Somos lo que comemos.

        4. Los ocho remedios naturales son los siguientes:

          1. El agua pura. Se sabe que el cuerpo está compuesto por casi 60% de agua. Sabemos que el agua es indispensable para la vida. Para que el organismo funcione adecuadamente necesita de agua ya que cada tejido, órgano, sistema, funciona a base de líquido. Se recomienda consumir por lo menos 8 vasos de agua al día. Durante el verano tenemos que aumentar esta cantidad.

          2. Descanso. Los buenos hábitos del descanso contribuyen a tener una mejor calidad de vida ya que cada célula del cuerpo necesita descansar por un periodo suficiente cada día. El descanso promueve la eficiencia mental y física del cuerpo reanimando las defensas del organismo. Además del descanso diario, Dios nos dio el sábado como descanso semanal.

          3. El ejercicio físico. Todos sabemos que el ejercicio físico es necesario, pero pocos le dedicamos tiempo para practicarlo, aunque sabemos que el ejercicio es vital para la preservación de la salud. Cuando realizamos el ejercicio físico hacemos que el corazón sea más eficiente, ya que bombea más rápido y se aumenta el ritmo respiratorio que permite a la sangre llevar más oxigeno al cerebro y a todos los órganos del cuerpo.

          4. La luz del sol. El sol es nuestra principal fuente de energía. Sin el sol no sería posible la vida. Es indispensable para que el organismo pueda producir vitamina “D” la cual es necesaria para la absorción del calcio. Las radiaciones solares también destruyen los gérmenes actuado como un desinfectante por lo que es necesario que se tomen baños de sol durante las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde

          5. Aire puro. La vida humana tuvo su inicio con el aliento de vida por parte de Dios y termina cuando respiramos por última vez. Necesitamos del oxígeno para preservar la vida. Ese oxígeno lo encontramos en el aire que respiramos y en la proporción adecuada.

          6. La alimentación saludable. 1 Cor. 10:31 – “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo toda para la gloria de Dios”. Este es el factor que más influye en la salud. Es importante lo que comemos, cómo se preparan los alimentos y cuándo se los consume. El régimen del Edén era indudablemente el ideal para mantener la salud. Las cosas cambiaron a lo largo de la historia, pero el régimen original del Edén está probado que fue establecido por Dios; una dieta especial para un cuerpo humano creado por Dios. El nutricionista era Dios y él sabía lo que era mejor para el cuerpo que había diseñado y creado.

          7. Temperancia. La temperancia es la abstención de todo aquello que nos hace daño y la moderación de todo lo bueno.

          8. Confianza en Dios. La disposición mental afecta para bien o para mal el desempeño del organismo. Una persona depresiva, malhumorada, se la pasará más tiempo enferma que aquella que ve las cosas más positivas. La mayoría de las enfermedades físicas provienen de la mente. Los enfermos que desean sanarse tienen más posibilidades que aquellos que ya han perdido su esperanza. Por eso es necesario mantener un equilibrio entre la salud física, mental y espiritual. La paz que Jesús coloca en nuestro corazón es la octava fuente natural para nuestra salud.










VI. PRINCIPIOS DE MAYORDOMÍA



  1. 1.        Sant. 1:17 – “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación”.   

    1.   Mayordomía o administración de la vida no es solo dinero. Este asunto no solo se relaciona con los diezmos y las ofrendas.  

    2.   El tema central de la mayordomía es el uso sabio, correcto y equilibrado de la vida, la salud, el tiempo, los recursos naturales y del dinero. La mayordomía es la ciencia de las 5 “Ts”: Tiempo, Talentos, Templo, Tesoros y Tierra. 

    3.   Mat. 25:14 al 30 – Nos habla de la parábola de los Talentos. Dios repartió a cada uno según sus capacidades. Dios reconoce que no todos tienen las mismas capacidades. A unos dio 5, 3 y 1. Dios espera que cada trabaje con lo que tiene y produzca ganancias para el reino de los cielos.




 


¿QUE CLASE DE MAYORDOMO ERES TÚ? ¿ESTÁS USANDO EL TALENTO O LOS TALENTOS QUE DIOS TE DIO?


 


Preparado por Marcos Bandas Acosta, Maestro Clase 17 (Balcón) – sábado 9 de marzo de 2013.

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