martes, 31 de diciembre de 2013

El Sello de Dios y La Marca de la Bestia


¿QUIÉN CAMBIÓ EL DÍA DE REPOSO?

Cuándo y por qué llegó a ser el domingo el día de reposo para la mayoría de los cristianos?  Para responder bien a esta pregunta dediqué cinco años a investigar en los más antiguos documentos cristianos en la Universidad Pontifica Gregoriana, en Roma.  Los resultados que obtuve fueron publicados con la autorización católica en el Libro Del Sábado al Domingo.

JESÚS Y EL ORIGEN DEL DOMINGO

            Muchos afirman que los controversiales sanamientos de Jesús en día sábado (S. Mateo 12:9-14; S. Juan 5:1-13; 9:1-16) significan que este día de reposo, sino el domingo.  Este argumento tuerce la intención que tenía Cristo: aclarar y no anular el significado el cuarto mandamiento de la ley.
            Cristo no aceptó la acusación de que violaba el sábado, si no que se defendió y también a sus discípulos citando las Escrituras: “¿No habéis leído…?” (S. Mateo 12:3-5).  Su intención era mostrar el verdadero significado del sábado: un día para “hacer el bien” (S. Mateo 12:12), para “salvar la vida” (S. Marcos 3:4), para desatar de las ligaduras físicas y espirituales (S. Lucas 13:16), para mostrar “misericordia” (S. Mateo 12:7) y no una simple religiosidad.

LA RESURRECCION Y EL ORIGEN DEL DOMINGO

            ¿Introdujeron acaso los apóstoles la observancia del domingo para conmemorar la resurrección de Cristo con la Cena del Señor?  Esta creencia tan popular no tiene apoyo bíblico ni histórico por las siguientes razones:

            Primera.-El Nuevo Testamento no sugiere que la resurrección de Cristo debía celebrarse un día especial.

            Segundo.-El Nuevo Testamento llama al domingo “primer día de la semana” y no “día de la resurrección”.  Este título lo usa por primera vez Eusebio de Cesárea, historiador cristiano del siglo IV.

            Tercera.-La resurrección de Jesús en domingo no señala la conclusión de su ministerio terrenal; esto sucedió el viernes cuando exclamó: “Consumado es” (S. Juan 19:30).  Luego descansó en la tumba “conforme al mandamiento” (S. Lucas 23:56).  La resurrección da comienzo al nuevo ministerio intercesor de Jesús (Hechos 1:8; 2:33) que, como el primer día de la creación (Génesis 1:1-5), presupone trabajo y no descanso.

            Cuarta.-El día de su resurrección Jesús no invitó a sus discípulos a celebrar su resurrección, pero sí les pidió que se ocuparan en actividades varias como viajar a Galilea (S. Mateo 28:10, 19-20).

            Quinta.-La Cena del Señor no se comenzó a celebrar el domingo en la mañana, si no de noche en diferentes días de la semana (1Corintios 11:18, 20, 33).  Esta Cena conmemora el sacrificio de Cristo y nos recuerda su segunda venida (1 Corintios 11:23-26).

            Sexta.-La pascua de resurrección comenzó a celebrarse unos 100 años después de la muerte de Jesús.  Antes se celebraba en cualquier día que cayera 14 de Nisán, como un recordatorio de la Pasión.

            Séptima.-Las primeras referencias explícitas a la observancia del domingo en los escritos de Bernabé (cerca del año 135) y Justino Mártir (cerca del 150), no mencionan la resurrección como la razón básica para guardarlo.

JERUSALEN Y LE ORIGEN DEL DOMINGO

            La iglesia apostólica no autorizó la observancia del domingo, pues esta autorización hubiera contradicho el libro de los Hechos y los más antiguos documentos, que afirman que la iglesia de Jerusalén estaba formada por miles de creyentes judíos “celosos por la ley” (Hechos 21:20), lo que incluía la observancia del sábado.
            Los descendientes directos de la iglesia de Jerusalén, que dejaron la ciudad antes de que fuera destruida en el año 70 d.C. (S. Mateo 24:20) y que llegaron a ser conocidos como “nazarenos”, según el historiador Epifanio (315-403), insistían en la observancia del sábado aún a comienzos del siglo IV.  Si los cristianos judíos retuvieron la observancia del sábado hasta mucho después de la destrucción del templo de Jerusalén, es muy difícil, por no decir imposible, que después hubieran adoptado la observancia del domingo.

ROMA Y EL ORIGEN DEL DOMINGO

            Las evidencias señalan que fue en la iglesia de Roma donde se comenzó a cambiar el sábado por el domingo, alrededor de un siglo después de la muerte de Cristo, durante el reinado del emperador Adriano (117-138).
            Las constantes insurrecciones de los judíos hicieron que Adriano pusiera fuera de ley a la religión judía, particularmente la observancia del sábado.  Esta represión hizo que la iglesia de Roma cambiara la fecha típica judías –el sábado y la pascua- para hacer distinción entre cristianos y judíos.  El sábado se cambió por el domingo y la fecha de la pascua se pasó del 14 de Nisán al domingo inmediato siguiente.  Este cambio se hizo sólo por razones socio-políticas.

LA ADORACIÓN DEL SOL Y EL ORIGEN DEL DOMINGO
           
            Otra circunstancia que influyó mucho en los cristianos para guardar el domingo fue la popularidad del culto al sol.  Este culto era tan popular en Roma, que su culto en el segundo día de la semana fue cambiado al primer día, que era el más importante.  Esto sucedió a mediados del siglo II.
Este cambio indujo a muchos cristianos a adoptar este nuevo día de reposo.  Una prueba de la influencia del culto al sol puede verse en las justificaciones teologías que hay en los escritos cristianos antiguos en relación con la observancia del domingo: la creación de la luz y la salida del Sol de justicia en el primer día de la semana.
En conclusión, tanto el antijudaísmo como la adoración del sol contribuyeron al cambio del sábado al domingo.  Este cambio no fue solamente de números o de nombres, sino de autoridad, de significado y experiencia.  Fue el cambio del día santo establecido por Dios para que disfrutáramos de la bendición de su presencia y de su paz, por un día de fiesta establecido por el hombre para gozarse en sus placeres y en sus ganancias personales.
Amigo lector: ¿cuál de estos dos días de reposo escogerás guardar, el de Dios o el de los hombres?





Sello  (heb. Jotham, gr sfraguis )
Era un instrumento que se usaba para imprimir una marca en arcilla, cera,etc. Con el fin de indicar la autenticidad . autoridad, seguridad de que algo estaba completo también inviolabilidad, ratificación, etc. Se los hacia de metal, piedra, etc. Y podía ser una anillo de forma cilíndrica o cónica. Su dibujo podía incluir el nombre del dueño, era propiedad indiscutible de esa persona.
Se los empleaba para sellar cartas, documentos oficiales, contratos, libros en forma de rollos, tumbas etc.
Los sellos en la biblia:
-La circusicion de Abraham era un sello de la justicia de la fe(rom 4:11)
-El Espiritu santo sella al creyente como la posición adquirida de Dios (efesios 1:13,14)
-En apoc el sellamiento de los 144mil en sus frentes significa su aprobación por el cielo (apoc 7:1-4)
-En la biblia se presenta el sábado como el sello especial de Dios(Eze 20:12,20 Exodo 31:13 Exodo 20:8-11)
Los términos que he presentado son hebreos y griego y he presentado la definición de ellos  pero quiero mostrarte con la biblia y solo la biblia que el sábado es e sello de Dios y que el domingo constituye la marca de la bestia. Que en muchas  iglesias interpreten fuera de la biblia que la marca de la  bestia  es un código de barras o que es microchip que le colocan a las personas o cualquier otra cosa es muy diferente por que para eso si no tienen ni fundamento bíblico.

Dice la biblia “
Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos”(Isaias 8:16) eso indica que la ley de Dios entre sus discípulos esta sellada y cuando nosotros hacemos una mirada a la ley nos podemos dar cuenta que el único de los mandamientos que cumple con las características de un sello es el sábado.
Un sello, tiene tres elementos fundamentales:un nombre, un titulo y una jurisdicción.
 Ejemplo. Nombre: Barack Obama, Autoridad o funcion: presidente, Jurisdicción: Estados Unidos

Exodo 20:11 “por que en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay y reposo el sábado, por tanto Jehová bendijo el sábado y lo santificó”
Si lees cuidadosamente te daras cuenta de las caracteristicas de un sello en el sábado
Nombre: Jehová 
autoridad o funcion: Creador 
jurisdicción: los cielos y la tierra

Esto lo podemos comprobar mas claramente en algunos textos como: 
“En verdad vosotros guardareis mis sabados por que es señal entre mi y vosotros por vuestras generaciones para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico” Ex 31:13
“Señal es para siempre…porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra” Ex 31:17
“Y les di también mis sabados para que fuesen por señal entre mi y ellos para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico” Eze 20:12
“Y santificad mis sabados y sean señal entre mi y vosotros para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios” Eze 20:20


Algunos  argumentan  que  se  traduzca  como  señal  y  no  como  sello,  pero  el  término  hebreo jotham  puede  ser traducido como sello, señal, marca.

 Hasta aquí la biblia demuestra al sábado como el sello de Dios. Ahora sigamos. Si lees cuidadosamente apocalipsis el asunto en juego es la adoracion. 

Dice la biblia que “la bestia era adorada y la tierra se maravillo en pos de ella(apoc 13:4,8) luego surge la imagen de la bestia y hacia que todos adoraran a la primera bestia(apoc 13:11,12) Vers 15 dice que la imagen hacia matar a todo aquel que no la adorase y que ninguno pudiese comprar ni vender sino el que tuviese la marca de la bestia, el numero o el nombre de la bestia(apoc 13:17). Un aspecto muy importante es que esa marca era impuesta en la mano derecha o en la frente(Apoc 13:16)

Si la biblia dice que 
el sábado es el sello de Dios(Exodo 20:11 Eze 20:12,20 Is 8:16) entonces lo contrario de la ley de Dios e impuesta por el enemigo como marca  de la bestia no puede ser un código de barras, tampoco un microchip y mucho menos algunas empresas norteamericanas como creen los evangelicos por que eso no lo pueden comprobar con la biblia. Si el sello de Dios es el sábado entonces lo contrario impuesto por el enemigo a traves de la bestia o gran ramera(Apoc 17) y que muchas de sus hijas(iglesias protestantes que siguen las mismas doctrinas catolicas o abominaciones o vino de su fornicacion, por que la biblia la llama la madre de las rameras y que tiene hijas que le siguen Apoc 17:5). Lo contrario al sello de Dios es la marca de la bestia y si la biblia dice que el sábado es el sello de Dios entonces la marca dela bestia es el domingo.
Pero dice la biblia que la marca es impuesta en la mano o la frente, debemos buscar en la biblia solo la biblia que es lo que representa la mano y que representa la frente. En la biblia la mano es simbolo de obra o trabajo(prov 21:25) la marca en la mano es indicando que trabaje o no trabaje en este dia. La frente en la biblia es símbolo de mente, cerebro, conciencia; por que es allí el origen del pensamiento y el actuar(jer 3:3 Eze 3:8) la marca en la frente es la aceptación conciente de ese falso dia como dia de reposo. 
Si notas claramente “ la persecución o guerra de satanas es contra los que guardan los mandamientos de Dios”(apoc 12:17“aquí esta la paciencia de los santos; los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de Jesus”(apoc 14:12) por que lo que esta en juego es la adoracion “Temed a Dios y dadle gloria por que la hora de su juicio ha llegado y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” Apoc 14


Los críticos sostienen que el sello de Dios es el Espíritu Santo basados en el siguiente texto:

"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa". Ef 1:13

Solo que no toman en cuenta algo muy importante.

"Para la palabra sellados, se usa el verbo conjugado "esfragisthete" que literalmente se traduce evidenciando una acción de "ser sellados" y derivaría del sujeto que en la oración es el Espíritu Santo... quiere decir que es el Epíritu quien nos sella, no que el 

es un sello. En ese caso usaría un sustantivo, es decir "sfragizo" que significa "sello", por lo tanto El nos sella y deja una marca en nuestras vidas."  


INTRODUCCIÓN

El conflicto final de la historia de este mundo, antes de la venida de Jesús, se desarrollará en torno al reconocimiento de dos soberanías: la de Dios o la de Satanás, reconocimiento manifestado respectivamente, por el sello de Dios y por la marca de la apostasía.

1. Objetivo y características de un sello1. En tiempos antiguos, ¿cómo se conocía la autenticidad de los documentos de los gobernantes?
1 Reyes 21:8

"Entonces ella escribió cartas en nombre de Acab, y las selló con su anillo, y las envió a los ancianos y a los principales que moraban en la ciudad con Nabot"

Ester 3:12
"Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al día trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los sátrapas del rey, a los capitanes que estaban sobre cada provincia y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey"

Nota: El Sello de un rey es lo que da autenticidad a un documento o ley en todo su territorio o dominio.

2. ¿Cuáles son las tres características esenciales de un sello oficial?
(Cf. Mensaje del Primer ángel en Apocalipsis 14:6-7).

a. El nombre del legislador.
b. Su posición oficial.
c. Su reino o la extensión de su dominio y jurisdicción.

2. El sello de Dios

1. ¿Dónde se encuentra el Sello de Dios? 
Isaías 8:16
"Ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos".

Nota: Sello es tanto el objeto que deja una marca, como la marca dejada por el objeto. El sello es el anillo de los antiguos reyes, el tampón actual, el objeto que se utiliza para sellar un documento u objeto. Y la marca que deja ese objeto, también se denomina "Sello". De hecho, cuando recibimos un documento que no tiene "sello" dudamos de la autenticidad, con "sello" nos referimos a la marca dejada por el sello original.

En este texto de Isaías 8:16 vemos que la "Ley" es lo que tiene que sellar a los discípulos. Luego la Ley es el Sello que reciben los discípulos.

2. ¿Qué único mandamiento del decálogo revela al verdadero Dios y Autor de la Ley?
Éxodo 20:8 – 11.
"Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó."

Nota: En el cuarto mandamiento encontramos todas las características de un sello, y que por lo tanto, convierten la Ley de Dios en un Sello:

Nombre: Jehová, Dios.
Título: Creador.
Territorio: Toda la tierra, toda la creación.

3. ¿Qué razón presenta Dios para que el Sábado sea una señal eterna entre Él y su pueblo?
Éxodo 31:17
"Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó".

Nota: En este texto se nos indica que el Sábado es una señal o sello que nos recuerda que Dios es el Creador.

4. ¿De qué es señal la observancia del sábado? 
Ezequiel 20:20. 
"y santificad mis días de reposo, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová vuestro Dios".

Nota: En este texto se nos indica que el Sábado es una señal o sello que nos distingue por la obediencia.

5. Además de reconocer a Dios como Creador, ¿de qué más es señal el sábado? 
Éxodo 31:13.
"Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico".

Nota: En este texto se nos indica que el Sábado es una señal o sello que nos identifica como el pueblo que está siento Santificado por Dios.

6. ¿Qué sellamiento especial ocurrirá antes de que los vientos de destrucción soplen sobre la tierra? 
Apocalipsis 7:1 – 4
"Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. "

Ezequiel 9:1 – 6
"Clamó en mis oídos con gran voz, diciendo: Los verdugos de la ciudad han llegado, y cada uno trae en su mano su instrumento para destruir. Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce.Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano, y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella. Y a los otros dijo, oyéndolo yo: Pasad por la ciudad en pos de él, y matad; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; pero a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis; y comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, desde los varones ancianos que estaban delante del templo".

Nota: Es el pueblo fiel a Dios quien tendrá que ser sellado antes de la segunda venida de Jesucristo.

7. ¿Dónde vio el apóstol poco después al mismo grupo y qué tenían ellos en sus frentes? 
Apocalipsis 14:1
"Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente".

8. ¿Qué se dice del carácter de esos sellados? 
Apocalipsis 14:5
"y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios".

9. ¿Cómo se describe a la iglesia remanente? 
Apocalipsis 14:12
"Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús".

Nota: Vemos que no es casualidad que la iglesia remanente o fiel a Dios en el tiempo del fin es la que, entre otras características guarda los mandamientos de Dios, incluyendo el cuarto mandamiento del Sábado.

10. ¿Quién es el agente que impone el Sello de Dios? 
Efesios 1:13
"En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa".
Efesios 4:30
"Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención".

3. La marca de la apostasía.

1. ¿Contra qué tres cosas advierte el tercer ángel de Apocalipsis 14? 
Apocalipsis 14:9, 10.
"Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero."

Nota: La advertencia es contra 1) la adoración de la bestia y su imagen, 2) recibir la marca en la frente, 3) recibir la marca en la mano.

2. ¿Qué poder mencionado en Apocalipsis 13 impondrá esa marca? 
Apocalipsis 13:11, 16, 17
"Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón... Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre".

Nota: La Bestia que sube de la tierra, véase el estudio 7.10 "El Autor de la Apostasía", representa a Estados Unidos, poder político que actuará como brazo secular de la otra bestia que surge del agua (ver el mismo estudio 7.10 para su identificación).

3. Si el sábado del séptimo día es la señal de la aceptación de Dios como soberano, ¿de qué poder es señal el reconocimiento del domingo?Respuesta: Del poder del papado y su autoridad.

Nota: Fue por decisión conciliar y no por mandato bíblico por lo que se cambió el día de culto. El Catecismo de la Iglesia Católica cita: "El mandamiento de la Iglesia determina y precisa la ley del Señor: ‘El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la misa’ ( CIC can. 1247)." Abiertamente indican que la Iglesia "determina y precisa la ley del Señor"
(Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica: Tercera Parte: la vida en Cristo, Segunda sección: Los Diez Mandamientos; Capítulo primero "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas", Artículo 3: "El tercer mandamiento", epígrafe II, el día del Señor. Disponible en Vatican.va).

4. ¿Reconoce el papado que ha cambiado el Sábado por el Domingo?
Respuesta:
 “Agradó a la Iglesia de Dios (la Iglesia Católica) cambiar el culto y celebración del día del Sábado por el día de Domingo”. (Catecismo del concilio de Trento, Parte III, cap. IV, 25.

"1247 El domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar en la Misa; y se abstendrán además de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor, o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo."
(Fuente: LIBRO IV DE LA FUNCION DE SANTIFICAR LA IGLESIA; PARTE III DE LOS TIEMPOS Y LUGARES SAGRADOS, TÍTULO II DE LOS TIEMPOS SAGRADOS (Cann. 1244 – 1253), CAPÍTULO I DE LOS DÍAS DE FIESTA epígrafe 1247, disponible enVatican.va).

5. ¿Cuál es la actitud del dragón hacia el pueblo remanente que observa los mandamientos de Dios? 
Apocalipsis 12:17.
"Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".

6. ¿Con qué fuerza será impuesta la marca de la bestia? 
Apocalipsis 13:15 – 17
"Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre".

7. ¿Sobre qué obtendrá finalmente la victoria el fiel pueblo de Dios? 
Apocalipsis 15:2.
"Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios".

Nota: “La guarda del domingo no es todavía una señal de la bestia, y no lo será hasta que salga el decreto, forzando a los hombres a adorar este ídolo sabático. Vendrá el tiempo en que este día será la prueba, pero ese tiempo no ha llegado todavía” (E.G. White, en CBA vol. 7 pág. 977 en inglés).

Por último, nótese la diferencia entre el lugar donde se recibe el sello de Dios (la frente) y la marca de la Bestia (la frente o la mano derecha). ¿A qué se debe? A que el sello de Dios, el Espíritu Santo y la Ley de Dios se reciben de forma voluntaria, volitiva, comprendiendo la verdad de la importancia de recibir el Sello de Dios.

Por otro lado, la marca de la Bestia se puede recibir, bien por voluntado propia, aceptando el domingo de forma voluntaria, o, por no tener “problemas” con las autoridades o “la mayoría”, aceptarlo sin convencimiento intelectual, pero con la conducta o con los hechos (la mano).

domingo, 22 de diciembre de 2013

El uso de pantalones por parte de la mujer cristiana

¿Es incorrecto que la mujer use pantalones?

Al hacerse esta pregunta regularmente se tiene en cuenta el pasaje de Deuteronomio 22: 5, que dice: “No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer: porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que esto hace”.

Lo más probable es que este pasaje se refiera a la costumbre pagana, todavía común en algunos países, practicada con el fin de engañar respecto al verdadero del sexo de la persona con el fin de realizar actos inmorales.

Por otra parte, es necesario recordar que cuando fue escrito esta ordenanza, tanto el hombre como la mujer usaban túnicas con faldas largas. Todavía observan esa costumbre en las tierras bíblicas una notable mayoría de sus habitantes. Después de haber visitado esos pueblos, admitimos que no es fácil para un lego descubrir la diferencia entre los vestidos con faldas de un hombre y los de una mujer. Sin embargo, algunos detalles del atuendo general impiden confundir un hombre con una mujer, como ser la cofia, el turbante, el velo y algunas pequeñas particularidades que diferencian las faldas que usan ambos sexos. Así pues al referirse el texto indicado al traje del hombre o a la ropa de la mujer, no podríamos afirmar que se refiere a una parte del vestuario, sino al ropaje completo, con lo que podría hacerse pasar un hombre por una mujer, o viceversa y con fines pecaminosos.

Refiriéndonos ahora al pantalón en particular, recordamos que su uso comenzó junto con el trabajo de la mujer en las fábricas y en diversas otras actividades en las que hoy se ocupa, donde las faldas eran un peligro o hasta inapropiadas en lo que al decoro se refiere. Con el tiempo se amplió su uso, aceptándose otros motivos como el deporte, la comodidad, el clima, ect., para finalmente formar parte hasta del bien vestir.

De todos modos el claro que hombres de sana conducta no usarían trajes de mujeres con el atuendo propio de ellas, ni mujeres de la misma calidad moral usarían ropa de hombre, incluyendo sus respectivos pantalones. Al fin y cabo, el pantalón, que es solamente una parte del traje del hombre, no basta para crear confusiones en cuanto al sexo de quien lo viste, dada la natural diferencia entre la formación del cuerpo masculino y el femenino, que no se puede disimular. Por lo tanto, al no existir el propósito del engaño respecto al sexo por el solo uso del pantalón que, lo repetimos, es solamente una parte del traje masculino de occidente, no podríamos aplicar el sentido del pasaje bíblico al uso por parte de la mujer de este detalle de la vestimenta del hombre.

Ante estas consideraciones, concluimos que no es pecado ni incorrecto el uso del pantalón por parte de la mujer, cuando el propósito es evitar el peligro de accidentes en ciertos trabajos en la industria, o propender al decoro en el deporte y otras diversas circunstancias. Estimamos, sin embargo, que en los países occidentales deberíamos ser prudentes y razonables con respecto a este detalle, de modo que, por ejemplo, para la iglesia, donde no existen razones de trabajo, se vistan las damas con sus ropas que incluyen las clásicas faldas, evitando los extremos o detalles de moda que muchas veces atentan contra la modestia, el recato y/o hasta la decencia.

Fuente de esta información el libro: La Biblia Responde, publicado por la Asociación Publicadora Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día.

domingo, 10 de noviembre de 2013

En Génesis no se menciona los Diez Mandamientos

En el Génesis nada dice de los Diez Mandamientos.

¿Fueron dados por Dios a los israelitas recién en el Sinaí?

Leyendo el Génesis descubrimos que los principios enunciados por los Diez Mandamientos eran conocidos, pues las acciones que constituían transgresión de ellos se consideraban pecado. Sabemos que “por la ley es el conocimiento del pecado” (Rom. 3: 20), y “que donde no hay ley tampoco hay transgresión” (Rom 4: 15). El mismo hecho de que existiera la muerte era demostración de que había transgresión de la ley (1 Juan 3: 4), pues “la paga del pecado es la muerte” (Rom. 6: 23). Además, la Biblia enseña que la ley de Dios es eterna (Sal. 119: 98, 151, 152). El patriarca Abrahán, que vivió 500 años antes de darse la ley por escrito en el Sinaí, guardaba los mandamientos de Dios (Gén. 26:5). Por otro lado, no es posible aceptar que un Dios santo omnisapiente hubiera dado unos mandamientos para los que vivieron antes del Sinaí, otros para quienes nacieron después del Sinaí, y luego otros para quienes vivieron después de Cristo. En Dios "no hay mudanza, ni sombra de variación” (Sant. 1: 16, 17).

Observemos algunos incidentes, relatados en el Génesis, que demuestran la existencia de los Diez Mandamientos desde los orígenes del mundo.


  1. No adorar dioses ajenos. En Génesis 6 se menciona el diluvio universal como consecuencia del abandono del Dios verdadero. El relato de la torre de Babel (Gén. 11) es otra demostración de la condena que pesa sobre los adoradores de dioses falsos.

  2. No tener ídolos. Si Jacob consideraba que era pecado tener los dioses que Raquel había hurtado a su padre, y los enterró, demuestra que ya se conocía el mandamiento que prohíbe venerarlos (Gen. 31: 19, 30; 35: 1-4).

  3. No blasfemar. La conducta de Esaú, relatada en Génesis 25: 27-34, fue blasfema, por cuya razón en el Nuevo Testamento se lo califica como  “profano” (Heb. 12: 16).

  4. Observar el sábado. El séptimo día fue bendecido y santificado por Dios en la creación (Gén. 2: 16). También fue bendecido por Jesús; recordemos que en el Nuevo Testamento se nos enseña que “sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (véase Juan 1: 1-3, 10; Heb. 1: 2, 3; Col. 1: 15- 18). La Biblia llama séptimo día “shabbath”, término hebreo que significa descanso; y luego pasó a nuestro idioma como “sábado”. En Exo. 16: 4-30 se ordena la observancia del sábado un mes antes de llegar al Sinaí, lo que demuestra que el mandamiento era conocido. Transgredirlo, como lo hicieron algunos, significa no respetar la ley de Dios (vers. 28). Nótese, Además, que el mismo mandamiento da la razón de la observancia: “porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra…” y porque “Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó” (Exo. 20: 11).

  5. Honrar a los padres. En Génesis es notable el respeto que los hijos de Dios mostraban hacia sus padres. El caso de Cam, hijo de Noé (Gén. 9: 20-27); nos ayuda a comprender la alta estima en que se tenía al quinto mandamiento.

  6. No matar. La condena del asesinato, como el cometido por Caín y otros relatados en Génesis, demuestran la existencia del sexto mandamiento (Gén. 4: 8-15).

  7. No cometer adulterio. El caso de Dina, hija de Jacob (Gén 34: 1-7). Y la conducta intachable de José frente a la tentación a cometer adulterio, indica el conocimiento del séptimo mandamiento.

  8. No hurtar. Raquel robó a escondidas los dioses de su padre (Gén. 31: 19-37). La reacción de Jacob, cuando Labán lo acusó de hurto (vers. 30-32), indican el conocimiento del octavo mandamiento.

  9. No levantar falsos testimonios. El incidente entre Isaac y Abimelech (Gén. 26: 6-11) y el de Jacob y Esaú (27: 1-45) demuestran que la mentira era considerada una mala acción.

  10. 10.   No codiciar. El resultado desastroso de la codicia de eva (Gén. 3: 6), prueban que la codicia era pecado. La codicia de Lot (Gén. 13: 11, 12), manifestada en su elección, fue un pecado que trajo una maldición.

domingo, 27 de octubre de 2013

La ley termino con Juan

¿Quiere decir Lucas 16: 16, que la ley termino con Juan?

El texto dice: “La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”.  En realidad, este texto no afirma que terminaron o dejaron de tener valor “la ley y los profetas”. Quiere decir  que esos escritos eran los únicos documentos que contenían, hasta ese entonces, lo revelado por Dios respecto de su reino. Para anunciarlo y convencer a los hombres de su realidad, eran necesarias las enseñanzas y las profecías irrebatibles ofrecidas en “la ley y los profetas”. ¿Qué fuerza podía tener esa prédica sin los profetas?

Al recordar algunas expresiones de Jesús, entendemos que para él “la ley y los profetas”,  lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento, no pudieron haber terminado. Indicó su permanencia cuando ordenó escudriñar las Escrituras, porque ellas daban de El (Juan 5: 39). Afirmó que la ignorancia de las Escrituras eran la causa del error (Mat. 22: 29). Reiteró su importancia cuando dijo, citando a Deuteronomio 8: 3: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4: 4). Para explicar el Evangelio a dos discípulos preocupados y luego a los once, “les declaraba en toda las Escrituras lo que de él decían” (Véase Luc. 24: 25-47).

Los apóstoles recomendaron el estudio de las Escrituras y declararon su utilidad (2 Tim. 3 15-17); afirmaron que fueron escritas para nuestra enseñanza (Rom. 15: 4). Sostuvieron que la palabra profética era una antorcha a la que había de estar atentos (2 Ped. 1: 16-21). En fin, “la ley y los profetas “eran escrituras tan importantes que se las cita 280 veces en el Nuevo Testamento. Por lo dicho, queda claro que esa expresión de Jesús significaba que la “ley y los profestas” era todo lo que hasta entonces había sido revelado tocante al reino de Dios.

sábado, 26 de octubre de 2013

No estamos bajo ayo Gálatas 3: 25

Yo creo que no es necesario guardar el sábado por que Gálatas 3: 25 dice que “ venida la fe, ya no estamos bajo ayo”; ¿qué opina usted?

Admitamos por un momento que al estar en la fe ya no tenemos nada que ver con la ley, y que por esa razón podemos desobedecer el mandamiento del sábado. Sería razonable preguntarse: ¿por qué no podríamos desobedecer los otros nueve por la misma razón? ¿Por qué no podríamos matar, robar, adorar dioses ajenos, ser idólatras, en fin desobedecer cualquiera de los Diez Mandamientos y no solamente el del sábado? Nadie admitiría eso, porque todos consideramos que el ladrón, o el adultero, o el idólatra es un mal para la sociedad. Los que hacen tales cosas no están en la fe. Así pues, si el análisis del argumento lo refuta, algo debe estar equivocado en él. Veamos, entonces, dónde está la equivocación.

Las Escrituras dicen: “Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de el: porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado”( Romanos 3:20). Aquí descubrimos la razón del error, o sea: afirmar que la ley podría justificar, cuando su única misión es enseñar qué es el pecado. La ilustración del apóstol, es magnífica al decir que “la ley ha sido nuestro ayo ---Conductor---, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe” (Gálatas 3: 24)

Un “ayo” es la persona encargada de criar y educar a niños y a jóvenes. Del mismo modo, la ley de Dios cumple su única y verdadera misión cuando nos enseña la voluntad de Dios. “ Y conoces su voluntad (la de Dios), e instruido por la ley apruebas lo mejor”( Rom. 2:18). Cuando la ley ha cumplido su definido y único cometido, o sea, enseñarnos la voluntad de Dios, entonces, nos lleva a Cristo, el único que puede perdonar todo Nuestros pecados o desobediencias a la ley de Dios (1 Juan 3:4).

“Más venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gál. 3: 25, 26). Al no estar bajo ayo, ¿Significaría que ahora podemos desobedecer la ley de Dios? De ninguna manera, porque la fe no invalida la ley, sino la confirma (Rom. 3 31; 1 Juan 3: 24; 5: 3).

Para hacerlo más claro, ejemplifiquemos la ilustración del apóstol. Tomemos a los jóvenes que asisten a una universidad con el fin de ser médicos. Se encuentran bajo ayos, sus profesores, quienes les enseñaran todo lo necesario para cumplir correctamente con esa profesión. Cuando los “ayos” comprueban, a través de años rígidos exámenes y muchas prácticas, que el alumno aprendió medicina, lo gradúan. Este abandona aulas y ayos porque ahora es doctor. Ya sabe lo que debe hacer y no necesita a sus ayos. ¿Significa eso que ahora podrá hacer lo que se le ocurra en la medicina? Algunos lo han hecho y por ello perdieron su derecho a ejercer la profesión. No son más doctores. La rebeldía a la enseñanza de sus ayos, les costó su título.

Algo semejante sucede con la ley de Dios. En calidad de “ayo” nos enseñó qué debíamos hacer para ser hijos de Dios pues no lo éramos. Para que podamos serlo, nos llevó a Cristo y “venida la fe, no estamos más bajo ayo”. ¿Olvidaremos lo que nos enseño el “ayo” por estar con Cristo? Porque recibimos el perdón de todos nuestros pecados, ¿nos sentiremos autorizados a desoír todo lo que nos enseñó el “ayo”? De ninguna manera, porque si estamos con Cristo somos nuevas criaturas, las cosas viejas, nuestra vida de pecados, o desobediencias pasamos de desobedientes a obedientes. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4: 13). El poder de Cristo en nosotros hace posible esa maravillosa realidad.

viernes, 25 de octubre de 2013

Cristo es el fin de la ley. Romanos 10: 4

En Romanos 10: 4, dice que el fin de la ley es Cristo,

¿Quiere eso decir que Cristo abolió la ley de Dios?

La palabra “fin” que se traduce del término griego tellos, en ambos idiomas tiene dos significados: el de finalización de algo, o el de propósito u objetivo. Así decimos: “El accidente que dejó inválido a mi amigo puso fin a su carrera”. Aquí el sentido es determinación. Si decimos: “Viajé con el fin de solucionar aquel pleito”, le damos a la misma palabra el sentido de propósito. En Romanos 10:4, ¿Cuál de los dos significados tiene la palabra fin?

Si dejáramos que tiene el sentido de terminación de la ley, nos encontraríamos con que le apóstol se contradice a sí mismo, dado que a  través de toda la epístola reconoce la vigencia de la ley de Dios.

En Romanos 7:7, dice que habría sabido que la codicia era pecado “si la ley no dijera: No codiciarás”. En Romanos 13:9, 10 afirma que el amor al prójimo conduce a la obediencia de la ley de Dios, y cita cinco mandamientos: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio y no codiciarás; o sea, cita del sexto al décimo mandamiento. Y como para indicar que había otros que no mencionó, dijo: “y cualquier otro mandamiento…” En efecto, hay otros cinco. En el capítulo 2: 17-23, el mismo libro, vuelve a reconocer la existencia de la ley al citar el pecado del adulterio y la idolatría, pecados señalados por el séptimo y el segundo mandamiento, respectivamente.

En otras declaraciones de la misma epístola, el apóstol Pablo demuestra que para él la ley de Dios seguía existiendo. En Romanos 3:20 dice que “por la ley es el conocimiento del pecado” (Rom. 4: 15; 5: 13). Por lo tanto, cada vez que usa en su epístola la palabra pecado, se refiere a la desobediencia de la ley de Dios. Así pues para el apóstol la ley existía y la llamó “santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Rom. 7: 12).

Al notar con tanta claridad que Pablo reconoce definitivamente la existencia de la ley de Dios en ésta y en todas sus epístolas, no podríamos admitir que en Romanos 10: 4 dijera que la ley había terminado con Cristo. Por lo tanto, concluimos que este pasaje la palabra “fin” tiene el sentido de “objetivo o propósito”. “Por qué el fin (propósito) de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree”.

En efecto, advertidos por la ley de Dios, descubrimos que somos pecadores, o sea, desobedientes de los Diez Mandamientos. Al comprenderlo, encontramos que “la paga del pecado es la muerte” (Romanos 6:23), por lo cual sabemos que estamos perdidos. La ley nada puede hacer para perdonar nuestros pecados, pero cumple el propósito: hacernos entender que necesitamos a Cristo, quien salvará a todo el que cree.



domingo, 20 de octubre de 2013

No somos justificados por las obras de la ley

A causa de que somos justificados por la fe y no por las obras de la ley, ¿Por qué es necesario guardar el sábado?

Es verdad que somos justificados por la fe y no por las obras de la ley, porque la ley de Dios no tiene recursos para justificar al transgresor. El único propósito de la ley de Dios, los Diez Mandamientos, es señalar lo que es pecado o es contrario a la voluntad de Dios. Por ejemplo si robamos, pecamos, porque la ley de Dios dice: “No hurtaras”. Nuestros robos no se justifican por que dejemos de robar, o porque seamos generosos, o porque hagamos todo lo que la ley dice. El perdón, que es la justificación, se recibe por la fe en el sacrificio expiatorio de Cristo, no en virtud de alguna obra.

Santiago compara la ley de Dios con un espejo (Santiago 1: 22-25). Sabemos que un espejo solamente puede mostrarnos las manchas, nunca lavarlas. Se necesita agua y jabón para lavarlas. ¿Qué diríamos de alguien que desecha o rompe el espejo porque éste no puede limpiarlo? Del mismo modo, la ley de Dios es el “espejo” que muestra nuestros pecados pero, como el espejo, no puede lavarnos o justificarnos. Solamente nos hace entender que necesitamos lavarnos, y el único que podrá hacerlo es Cristo, quien por la fe en su sacrificio justifica nuestras transgresiones. Es decir somos justificados sin las obras de la ley.

Lo dicho, nos hace entender que necesitamos de ambas: la ley, que nos muestra la verdadera condición de nuestra vida frente a Dios, y la fe en el sacrificio de Jesús, que nos perdona y otorga su justicia. Ese acto de misericordia inmerecida, el perdón por la fe en Jesús, despierta un amor profundo hacia Él, y produce el resultado indicado por el Señor mismo cuando dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” ( Juan 14:15). De modo que sólo la obediencia es el fruto maravilloso de la fe verdadera (Rom. 3:31).

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Bajo la gracia no es necesario observar el sábado

¿Es verdad que ahora no es necesaria la observancia del sábado, pues ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia?

Si fuera verdad que la gracia nos exime de guardar el sábado, o sea de la observancia al cuarto mandamiento, la misma gracia nos permitiría desobedecer cualquiera de los otros nueve mandamientos. Sin embargo, observamos que todas las congregaciones cristianas enseñan que aquéllos deben ser obedecidos, y reconocen el hecho de la obediencia como prueba de la salvación lograda por la gracia. De manera que concluimos que estar bajo la gracia no es vivir con autorización para desobedecer la ley de Dios, sino recibir el poder divino que nos habilita para obedecerla.

El que vive bajo la gracia es el que ha aceptado el perdón de sus pecados por la fe en el sacrificio de Jesús. El perdón es gratuito, o sea, de gracia. Viene al caso la pregunta del apóstol Pablo que él mismo contesta: “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Rom. 6:12). Vale decir que el perdón recibido por gracia no nos es dado para que sigamos pecando. Ya no vivimos para pecar, estamos muertos al pecado.

¿Qué acciones constituyen pecado? “Todo aquel que comete pecado, infringe la ley, pues el pecado es infracción de la ley” pues el pecado es la infracción de la ley” (1 Juan 3:4). Y para que sepamos a qué ley se refiere, citamos Romanos 7:7: “ Pero yo no conocí el pecado son por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás” es el décimo mandamiento de la ley de Dios. De manera que si estamos muertos al pecado, significa que por la gracia de Dios ya no vivimos pecando voluntariamente. Así como el apóstol Pablo supo que la codicia es pecado, y la abandonó, podemos saber que la idolatría es pecado, porque así lo indica el segundo mandamiento; también sabemos que matar es pecado, porque lo dice el sexto mandamiento. Lo mismo podríamos decir de cada uno de los Diez Mandamientos incluyendo también el cuarto mandamiento el que ordena observar el sábado Éxodo 20.

Concluimos que vivir bajo la gracia no solamente es recibir el perdón gratuito de nuestros pecados o desobediencias a la ley de Dios, sino que también es recibir el poder de su gracia para vivir una nueva vida. “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Cor. 12:9)

Salvación por obras y por la gracia

Salvación por obras y por la gracia

¿Es verdad que el Antiguo Testamento enseña la salvación por las obras, y el Nuevo Testamento, por la gracia?

Cuando Adán y Eva pecaron, en su primer encuentro con Dios se les prometió la salvación por la gracia. Se les advirtió que habría una dura lucha entre los seres humanos y la serpiente, el diablo, pero también se les prometió una victoria terminante mediante la simiente de la mujer, con la que heriría mortalmente al engañador (Gén 3:15). El Nuevo Testamento explica que esa simiente “es Cristo”(Gál. 3:16). Por lo tanto, cada vez que ellos, y luego sus descendientes, sacrificaban un cordero sobre el altar, manifestaban su fe en el Redentor prometido, cuya salvación se ofrecía por gracia. Solamente debían creer en la promesa de  Dios y eran perdonados. El sacerdote hebreo ofrecía al sacrificio simbólico que por gracia daba el perdón al creyente. El sacerdote intercedía ante Dios en favor del pecador al ofrecer la sangre de la víctima inocente.

Cuando Jesús fue a Juan el Bautista para ser bautizado, éste lo presentó diciendo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). En la epístola a los hebreos, se explica en forma admirable y clara ese hecho: Cristo, como el sacrificio como el sumo sacerdote que intercede por nosotros en virtud de su sacrificio. (Hebreo 7: 25; 8: 1-3).

Por otra parte, afirmar que el Antiguo Testamento ofrece la salvación por las obras de la ley, y que el Nuevo la ofrece por la gracia, sería acusar a Dios de cometer una equivocación y fracasar, sería afirmar que ante el fracaso del sistema del Antiguo Testamento, Dios lo cambió por otro más fácil, el de la gracia. El apóstol Pedro no acepta tal equivocación, pues afirma que somos rescatados “con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación; ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postrimeros tiempos por amor a vosotros’’ (1 Ped. 1:18-20)* Así pues, el antiguo y el Nuevo Testamento ofrecen al pecador la salvación por la gracia de Dios manifestada en Cristo.

El antiguo testamento y 2 Corintio 3:14

El antiguo testamento y 2 Corintio 3:14


Si se afirma que el Antiguo Testamento no está abolido,


 ¿Qué significa lo expresado en 2 Corintio 3:14?


2 Corintios 3:14


Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado.


Reina-Valera 1960 (RVR1960)


En primer lugar, el apóstol Pablo no podrá haberse referido a lo que nosotros hoy llamamos Antiguo Testamento, porque no se llamaba así la parte de la Biblia escrita antes de Cristo. Por otra parte, el Nuevo Testamento no se había escrito todavía, solamente se había comenzado a escribir alguna de sus partes. Por lo tanto, lo que algunas versiones –no en todas—se llama el “antiguo testamento”, en este versículo es solo una expresión que se refiere al “pacto antiguo”, que el apóstol presenta en contraste con el “nuevo pacto” mencionado en el versículo 6 del mismo capítulo.

Obsérvese, además, que lo “quitado” por Cristo no es el “antiguo testamento” sino el “velo” que impedía a muchos aprender la lección ofrecida en él (2 Cor. 3:15,16). Era el velo de las tradiciones y prejuicios que a muchos les impedía comprender que Jesús era el “verdadero Cordero de  Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29); ese velo de prejuicios y tradiciones no los dejaba aceptar a Cristo como el garante del nuevo pacto en lugar del cordero que era sacrificado como garante del antiguo pacto.

Así como Jesús necesitó valerse del Antiguo Testamento, o sea de “Moisés, los profetas y los Salmos” (Luc. 24: 27,44), para demostrar su identidad y su obra, nosotros también lo necesitamos. Si anuláramos el Antiguo Testamento, ¿Con que probaríamos que Jesús es el Cristo?

El Nuevo Testamento es verdadero por que el también el Antiguo. Un Testamento no anula al otro, sino que complementan maravillosamente. Así pues, el Antiguo Testamento sigue siendo la Palabra de Dios.

 

domingo, 13 de octubre de 2013

El Antiguo Testamento y su valor para los cristianos

¿Tiene aún valor el Antiguo Testamento para los cristianos?


                Algunos cristianos han llegado a creer, por diversos motivos, que le Antiguo Testamento ha perdido su importancia como fuente para enseñar la doctrina cristiana, y que por lo tanto, no es necesario. Piensan que lo que importante es el Nuevo Testamento.

Para responder, recordemos algunos hechos fundamentales que se pasan por alto o quizás se desconocen:

  1. El Nuevo Testamento es un conjunto de escritos basados en el Antiguo Testamento. Los escritores del Nuevo Testamento lo citan constantemente para confirmar la doctrina del evangelio. Como término medio, un versículo de cada siete es una cita o una referencia al Antiguo Testamento. Para Jesús y los apóstoles era la Sagrada Escritura (2 Tim. 3:15); era la Escritura inspirada por Dios (2 Tim. 3:16); era la Palabra de Dios que había que guardar (Luc. 11:28); era el Evangelio anunciado por los “profetas en las Santas Escrituras” (Rom. 1: 2,3). En fin, era la clave para indicar la personalidad de Cristo. ( Luc. 24: 25-27, 44-47).

  2. Antes que el Nuevo Testamento estuviera escrito, Jesús ordenó escudriñar las Escrituras (Juan 5: 39); afirmó que eran bienaventurados los que “oyen la palabra de Dios y la guardan” ( Luc. 11:28). Cuando el apóstol Pablo recomendó las Escrituras y afirmó que eran inspiradas, se refería únicamente al Antiguo Testamento (2 Tim. 3: 15-17); del mismo modo cuando decían que enseñaba “conforme a las Escrituras” (1 Cor. 15: 3,4).

  3. El Nuevo Testamento que fue escrito entre los años 40-96 DC, recién comenzó a ser citado por escritores cristianos después del segundo siglo, es decir, a partir del año 200 DC. Vale decir, que durante dos siglos el Antiguo Testamento fue el único documento para defender la realidad y la verdad de Cristo y su  Evangelio.


Atenidos a estas evidencias tan claras, es un error grave afirmar que el Antiguo Testamento hoy nada tiene que ver con la enseñanza del Evangelio. Desecharlo es abrir la puerta a interpretaciones equivocadas.

Ministerio Compartiendo La Verdad

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