domingo, 20 de octubre de 2013

Bajo la gracia no es necesario observar el sábado

¿Es verdad que ahora no es necesaria la observancia del sábado, pues ya no estamos bajo la ley sino bajo la gracia?

Si fuera verdad que la gracia nos exime de guardar el sábado, o sea de la observancia al cuarto mandamiento, la misma gracia nos permitiría desobedecer cualquiera de los otros nueve mandamientos. Sin embargo, observamos que todas las congregaciones cristianas enseñan que aquéllos deben ser obedecidos, y reconocen el hecho de la obediencia como prueba de la salvación lograda por la gracia. De manera que concluimos que estar bajo la gracia no es vivir con autorización para desobedecer la ley de Dios, sino recibir el poder divino que nos habilita para obedecerla.

El que vive bajo la gracia es el que ha aceptado el perdón de sus pecados por la fe en el sacrificio de Jesús. El perdón es gratuito, o sea, de gracia. Viene al caso la pregunta del apóstol Pablo que él mismo contesta: “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Rom. 6:12). Vale decir que el perdón recibido por gracia no nos es dado para que sigamos pecando. Ya no vivimos para pecar, estamos muertos al pecado.

¿Qué acciones constituyen pecado? “Todo aquel que comete pecado, infringe la ley, pues el pecado es infracción de la ley” pues el pecado es la infracción de la ley” (1 Juan 3:4). Y para que sepamos a qué ley se refiere, citamos Romanos 7:7: “ Pero yo no conocí el pecado son por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás” es el décimo mandamiento de la ley de Dios. De manera que si estamos muertos al pecado, significa que por la gracia de Dios ya no vivimos pecando voluntariamente. Así como el apóstol Pablo supo que la codicia es pecado, y la abandonó, podemos saber que la idolatría es pecado, porque así lo indica el segundo mandamiento; también sabemos que matar es pecado, porque lo dice el sexto mandamiento. Lo mismo podríamos decir de cada uno de los Diez Mandamientos incluyendo también el cuarto mandamiento el que ordena observar el sábado Éxodo 20.

Concluimos que vivir bajo la gracia no solamente es recibir el perdón gratuito de nuestros pecados o desobediencias a la ley de Dios, sino que también es recibir el poder de su gracia para vivir una nueva vida. “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Cor. 12:9)

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