martes, 4 de junio de 2013

Una muerte que UNA MUERTE QUE MAGNIFICO SU LEY Señor se complació por amor a su justicia en magnificar su ley y engrandecerla. Isaías 42:21 Todo hasta entonces era perfecto y reinaba la paz. Una pareja recién creada por Dios habitaba en un hermoso huerto donde la necesidad no existía y la felicidad no conocía límites. Pero todo este privilegio dependía de una decisión. De una obediencia a un mandamiento, pero la decisión fue en contra del mandamiento y la felicidad termino. İQué triste! ¿Qué hacer ahora, como podemos devolver el hombre a su estado original, santo y puro? Solo había dos maneras. La primera: sino hubiera habido ley, tampoco habría pecado. (Rom. 5:13) Ya que no se puede culpar a alguien de desobediente sino no hay una ley a la cual desobedecer. Así que la solución es, cambiar o abolir la ley y el pecado deja de existir, o esta muerto. (Rom. 7:8) De esta manera nadie tendría que morir, incluyendo a Cristo. (Rom.6:23) Pero esta solución es algo inquietante y nos lleva a preguntar: ¿Haría Dios algo así, cambiaría su ley para salvar al hombre? La otra solución es un sustituto, alguien que tomara el lugar del hombre, y se hiciera culpable en lugar del hombre. (Isaías 53:4,6) A ésto le surge otra pregunta: ¿Cual solución eligió Dios? Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él, no perezca, sino tenga vida eterna. (S.Juan 3:16) Así que Dios nunca eligió cambiar su ley para salvar al hombre, al contrario entrego a su Hijo para salvar al hombre sin tener que cambiar la ley; de esta manera magnificó su ley. (Isaías 42:21) magnífico su ley

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