Se expresan múltiples puntos de vista sobre la ordenación de la mujer
Los miembros de la Comisión de Estudio sobre la Teología de la Ordenación (TOSC) completaron tres días de reuniones con presentaciones que incluyeron una variedad de puntos de vista sobre interrogantes relacionados con la ordenación de la mujer, una cuestión controvertida para la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Durante estos encuentros, que se llevaron a cabo del 21 al 24 de julio pasado, los que apoyan la ordenación de la mujer y los que se oponen a esa práctica recibieron el mismo tiempo y oportunidad de exponer evidencias bíblicas que apoyen sus posiciones, así como declaraciones de Elena G. White, una de las cofundadoras de la Iglesia Adventista y quien, creemos los adventistas, ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.
“Hemos llegado ahora al punto en que los dos grupos han presentado las cuestiones hermenéuticas, los principios. Los han ilustrado, y han presentado todos los hechos, todos los hallazgos que han encontrado en el caso de ambas posturas”, dijo Artur Stele, presidente de la TOSC, uno de los vicepresidentes generales de la iglesia mundial y director del Instituto de Investigaciones Bíblicas en la sede central de la Iglesia Adventista.
“[Las presentaciones] están en format impreso, y las hemos escuchado. Esperamos que en pocos días puedan estar disponibles en línea, para todo aquel que quiera estudiar e investigar el tema”, añadió. Los trabajos estarán archivados en línea, indicaron los directivos de la iglesia.
Stele añadió que “el siguiente paso, sobre la base de lo presentado, es tratar de ver si podemos hallar puntos en común, si realmente podemos arribar a una postura”, sobre el tema de la ordenación. Si eso no es posible, dijo, “entonces tendremos que preparar dos informes diferentes, y concentrarnos en qué soluciones podríamos recomendar”.
Stele concluyó: “Hemos visto un buen espíritu, lo que resultó ser una gran bendición. Ambos grupos, aunque tienen posturas diferentes, han realmente demostrado respeto por el otro, y la atmósfera fue sumamente amistosa y muy abierta”.
Entre los trabajos presentados durante las reuniones de este mes de la TOSC estuvo un resumen histórico de la ordenación de la mujer “en los reglamentos y práctica de la Iglesia Adventista”, presentado por David Trim, el archivista de la Iglesia Adventista mundial. Durante los tres días se presentaron un total de 17 trabajos.
En un trabajo sobre los principios hermenéuticos, Jiří Moskala, el recientemente designado decano del Seminario Teológico Adventista de la Universidad Andrews, dijo a los delegados que en la Biblia no hay una declaración que diga: “¡Ordenen a las mujeres al ministerio!”. Pero tampoco, destacó, hay una que inste: “¡No ordenen a las mujeres al ministerio!”
Moskala concluyó: “No existe un impedimento teológico” para ordenar a las mujeres. “Por el contrario, el análisis bíblico teológico apunta más a la segunda opción, dado que el Espíritu de Dios derriba todas las barreras entre los diferentes grupos de personas de la iglesia, y da liberalmente los dones espirituales a todos, lo que incluye a las mujeres, con el propósito de cumplir la misión que Dios quiere que todos cumplamos”.
En el espectro contrario estuvo Gerard Damsteegt, profesor asociado de historia eclesiástica del Seminario Teológico Adventista, que citó los antecedentes de Wesley y de los metodistas que tiene el adventismo, así como los Padres de la iglesia y los reformadores protestantes, para oponerse a la ordenación de la mujer: “Si observamos a los pioneros adventistas y lo que pensaban sobre la participación de las mujeres en la misión de la iglesia”, dijo, “notamos que su postura es sumamente similar a la de Wesley y el metodismo. Estos pioneros fomentaban decididamente la participación femenina, con excepción de los cargos directivos de ancianos y ministros”.
El pastor adventista Stephen Bohr, quien también se opone a la ordenación de la mujer, dijo que la función de Elena G. White incluyó el “ser apartada por Dios para ser profetisa, pero no anciana. Afirmar que debido a que Elena G. White fue profetisa tenía derecho a ser anciana o pastora es como decir que como soy anciano, tengo derecho a ser profeta. La conclusión simplemente no cumple con la premisa.
Richard Davidson, profesor de Antiguo Testamento en el seminario de Andrews, llevó la atención de la comisión al pasaje bíblico que está en el centro mismo del debate: “En la discusión moderna sobre la cuestión de determinar si las mujeres deberían ser ordenadas como pastoras, el pasaje fundacional tanto para los que apoyan como para los que se oponen a esto es Génesis 1-3”.
Davidson señaló las funciones otorgadas a Adán y Eva en la creación: “Según Génesis 1:27, 28, tanto el hombre como la mujer son bendecidos al mismo nivel. Ambos tienen que compartir la responsabilidad de la procreación, para ‘llenar la tierra’. Ambos tienen que someter la tierra. Ambos comparten el dominio compartido sobre la creación no humana de Dios”.
Al ilustrar una lectura muy diferente del mismo texto bíblico, Paul S. Ratsara, presidente de la División de África del Sur y Océano Índico, y Daniel K. Bediako, de la Universidad de Valley View (una institución adventista de Ghana), afirmaron que “Dios creó al hombre y a la mujer iguales pero con una diferenciación de funciones. En la iglesia, tienen que liderar los hombres”.
Sostuvieron asimismo que si la iglesia permite la ordenación de la mujer, ya sea a nivel mundial o regional, la influencia y la unidad teológica de la iglesia se vería disminuida. “La decisión de ordenar a las mujeres como pastoras solo puede ser hecha fuera de los límites de las Escrituras”, concluyeron.
Presentaciones adicionales contrastaron los conceptos bíblicos de autoridad con modelos basados en el “elitismo” y la “jerarquía”, y exploraron las perspectivas sostenidas por Elena G. White, una de las fundadoras de la denominación, sobre el carácter apropiado de que las mujeres cumplan un servicio en diversas funciones ministeriales.
Por su parte, Darius Jankiewicz, presidente del departamento de Teología y Filosofía Cristiana del seminario, instó a la comisión a que rechace los modelos de autoridad y primacía masculina que, sostuvo, están basados en el cristianismo posapostólico. Jankiewicz afirmó que “si en algún sentido aparte del compromiso con Cristo y su iglesia, los dones y la madurez espirituales determinan la preparación para las diversas funciones de la iglesia, entonces, lo intentemos o no, estamos creando una comunidad elitista”.
Edwin Reynolds, un investigador del Nuevo Testamento en la Universidad Adventista del Sur, destacó una postura muy diferente de la manera en que debería funcionar la autoridad en la iglesia. “En [el Nuevo Testamento], el liderazgo espiritual y la autoridad docente parece estar investido en las funciones de apóstol y de anciano”, destacó su presentación. “Estas funciones no parecerían apropiadas para que sean procuradas por las mujeres bajo el principio de sumisión al liderazgo masculino”.
Teresa Reeve, profesora de Nuevo Testamento en el seminario y una de varias presentadoras femeninas, alcanzó una conclusión opuesta: “La práctica de ordenación en el Nuevo Testamento como la designación y respaldo de un individuo para una tarea o función ministerial no brinda impedimento alguno a la ordenación de mujeres aptamente calificadas para que sean pastoras”.
El historiador de la iglesia Denis Fortin ofreció un resumen detallado de la perspectiva de Elena G. White sobre las mujeres que trabajan en el ministerio. “Elena G. White entendió la ordenación como un mandato a disposición de la iglesia para comisión personas en diversas clases de ministerios y responsabilidades, y para pedir la bendición de Dios sobre su ministerio. No hay indicación alguna en sus escritos de que el rito de la ordenación debería limitarse tan solo a los hombres, o que debería ser utilizado para establecer alguna clase de jerarquía eclesiástica. Elena G. White animó enfáticamente la participación de las mujeres en toda clase de ministerios”.
Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial y miembro ex officio de la comisión, celebró la cordialidad del evento: “Durante estas sesiones, el Espíritu Santo brindó un marco de una atmósfera respetuosa y cortés en la cual estudiar lo que tienen que decir la Biblia y el espíritu de profecía sobre el tema”, dijo, y pidió a los miembros que “por favor oren por todos los que han participado, en un momento en que buscan seguir la orientación divina”.
Los miembros de la TOSC volverán a reunirse en enero de 2014 para una sesión de cinco días, en los que se evaluarán los trabajos presentados y se establecerá el camino a seguir en el proceso de estudio. La comisión también recibirá informes de cada una de las Comisiones de Investigación Bíblica que al mismo tiempo están estudiando el tema a nivel regional.
Comisión de estudio vota declaración de consenso sobre la “Teología de la ordenación”
Por una votación de 86 a 8 (una proporción de casi 11 a 1), los delegados de la Comisión de Estudio Sobre Teología de la Ordenación de la Iglesia Adventista (TOSC) acordaron hoy aprobar una declaración de consenso sobre la teología adventista de la ordenación. El voto significó un apoyo inicial al objetivo que tienen los líderes de la TOSC de avanzar unidos a través de los temas que presentan grandes desafíos en relación con la discusión de la ordenación por parte de la iglesia.
Según la declaración, “los adventistas entienden que la ordenación, en un sentido bíblico, es la acción por la cual la iglesia reconoce públicamente a los que el Señor ha llamado y capacitado para el ministerio de la iglesia local y mundial”. Los ejemplos bíblicos de personas que fueron ordenadas incluyen a los ancianos/ancianos supervisores y a los diáconos, dice el documento, así como “los ancianos itinerantes que supervisaban territorios más extensos de múltiples congregaciones”.
Al explicar la función de la persona que es ordenada, la declaración sigue diciendo: “En el acto de ordenación, la iglesia confiere autoridad representativa a los individuos para la obra específica del ministerio para la cual son designados. Esto puede incluir representar a la iglesia; proclamar el evangelio; administrar la Cena del Señor y el bautismo; establecer y organizar iglesias; guiar y alimentar a los miembros; oponerse a las falsas enseñanzas; y brindar servicios generales a la congregación”.
A diferencia de las creencias de algunas otras religiones cristianas, sin embargo, la ordenación adventista del séptimo día “no confiere cualidades especiales a los ordenados ni introduce una jerarquía regia en la comunidad de la fe”.
La declaración concluye al destacar que “el modelo último del ministerio cristiano es la vida y la obra de nuestro Señor, que vino no para ser servido sino para servir”.
La aprobación del document se produjo en el segundo día del segundo encuentro 2013 de los miembros de la TOSC, que se encontraron en un centro de conferencias privado y ajeno a la iglesia cerca del Aeropuerto Internacional de Baltimore/Washington. Entre los delegados se encontraron pastores de iglesia, laicos, estudiosos y directivos de la comunidad global adventista.La comisión estuvo presidida por Artur Stele, uno de los vicepresidentes de la Iglesia Adventista mundial y director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General. Geoffrey Mbwana, otro de los vicepresidentes generales, es el vicepresidente de la misma comisión.
“Esta es la primera vez que la iglesia ha asumido un estudio serio para desarrollar una teología de la ordenación”, dijo Mbwana poco después del voto. “Es esencial que antes de discutir cualquier cuestión relacionada con la ordenación, comprendamos realmente una teología de la ordenación. Hoy día, creo que está comenzando a alcanzarse un gran hito: de que se ha aceptado una declaración de consenso para ser recomendada a la Asociación General, el Concilio Anual, y entonces al Congreso [de la Asociación General] para que sea adoptada como una declaración de una teología de la ordenación”.
Acordar una teología de la ordenación es preparatorio para la otra tarea de la TOSC, que es discutir la ordenación de la mujer al ministerio del evangelio. El tema ha sido debatido por años por los adventistas del séptimo día, dado que en los Congresos de la Asociación General 1990 y 1995 se rechazó permitir esas ordenaciones. La TOSC tiene el mandato de producir materiales de discusión y de hacer recomendaciones para que sean votadas en el Congreso de la Asociación General 2015, que será llevado a cabo en San Antonio (Texas, Estados Unidos).
Según Bill Knott, editor de la Adventist Review y miembro de la TOSC, “si la iglesia puede alcanzar un consenso sobre una teología común de la ordenación, esto brinda la esperanza de que también pueda hallar una solución que honre las fuertes convicciones de ambas posturas sobre esta cuestión”.
Las reuniones de la comisión continuarán hasta el miércoles 24 de julio.
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